
Los primeros trataron de basar la filosofía en la experiencia, mientras que los segundos en la razón. Tal parece que los primeros filósofos, empiristas, eran científicos de lo que ahoran llaman "ciencias suaves", tales como la biología y la medicina. Por otro lado, los segundos, racionalistas, de las llamadas "ciencias duras", tales como la física y las matemáticas. Es claro que los primeros tenían que valerse de la experiencia mientras que, los segundos de la razón, sin embargo, una no exluye a la otra, se complementan, pues si bien los sentidos observan determinados fenómenos, es la razón la que aporta la última explicación del fenómeno en cuestión.